Me han mata’o a Santa Claus!

Es una imagen dura pero sucede en algún lugar del mundo mientras nosotros nos tomamos nuestro delicioso café mañanero. Y tenemos aún el descaro de llamarnos justos, conscientes, buenas personas. 

Comienzo diciendo que soy algo crédula. No es que crea cualquier cosa que cualquiera me diga pues de hecho, soy bastante escéptica pero con la gente en la que confío soy muy inocente. Entonces ayer, teniendo una conversación sobre los trabajos y los negocios de la gente, quedó claro que siempre necesitan de algún infeliz del que beneficiarse para poder tener éxito.

Hablábamos de la cantidad de alimentos que se desechan a diario en muchísimos negocios de comida y que no haya una sola compañía que se encargue de recogerlos para donarlos a los desamparados, por ejemplo. Lo más jodido es que es comida fresca que al final de cada noche se bota pues ya no se puede servir a los clientes a la mañana siguiente. Es increíble, habiendo tanta gente en el mundo que no puede dormir con la barriga llena o con algo calentico en el estómago – de hecho, dudo que puedan dormir con hambre.

No sé cómo llegamos a hablar de que los dueños siempre se benefician de los otros en sus negocios y mi marido junto a un amigo, comentaban muy cínicamente, aunque en forma de broma, las verdades de la vida, esas en las que yo no había pensado nunca. Entonces me vino una pregunta a la mente y la formulé. «¿Entonces los dueños de funerarias están en su casa pidiéndole a dios que se muera bastante gente para así poder enriquecerse?» Y me respondieron al unísono: Si!

Fue como un balde de agua fría en mi cuerpo caliente. Me sentí tan mal! Ellos siguieron haciendo humor negro sobre el caso y yo me quedé sumida en mis pensamientos. ¿Cómo alguien puede comerse un trozo de carne sin pensar que lo tiene en la mesa gracias a fulano de tal que fue arrollado ayer? Sentí horror y se me erizó hasta el alma.

No pude más y dije que había gente buena en el mundo, que debía haber gente buena, que me rehusaba a creer que todos fueran tan mezquinos y egoístas. Dije que mucha gente hacía de voluntario para alimentar o desparasitar niños moribundos en África y nuestro amigo me dijo: «si, eso es para pagar menos taxes». Otra cachetada para mi cuento de hadas, para mi mundo rosa.

Entonces hablamos también del plan de Obama referente a la salud y lo bueno que sería lograrlo. Me dijeron que a los que tienen todo no les conviene y que jamás se aprobaría. Peleé, discutí y por primera vez en la vida estuve agradecida de que los pobres, los miserables, los que nada tenemos, fuéramos la mayoría. Tal vez por ser mayoría logremos algo así.

Es doloroso, es doloroso darse de golpe en la cara con estas cosas, que siempre han estado ahí pero que la vorágine de la vida no nos deja ver. Nuestra superflua vida a veces nos hace infelices porque no podemos irnos de vacaciones a Hawai, cuando no tenemos el carro del año… nos quejamos de no tener zapatos sin pensar que hay otros que ni siquiera tienen pies.

La vida es triste…

Acerca de Yesi Lugo

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12 respuesta a «Me han mata’o a Santa Claus!»

  • camarero

    bueno, querida, el negocio funerario es bien antiguo… esa pudiera ser una de las interrogantes del chorro de maita en holguín, el famoso cementerio indígena cubano… quizás había un indio que cobraba pedacitos de concha o piedrecitas para amortajar finalmente en posiciones tan desiguales a los muertos…

    • izmatopia

      el mundo no es justo, ni siquiera la justicia es justa a veces…

      a dónde vamos??

      • camarero

        los humanos fuimos justos solamente en la comunidad primitiva, cuando menos se sabía… el conocimiento nos ha llevado a la mierda y la exterminación…

        • izmatopia

          eso me pone triste, de veras…

          mientras más sabe uno más impotente, más atado se siente… porque no hay mucho que se pueda hacer. No se puede nadar contra la marea, cierto?

        • camarero

          no se puede porque las fuerzas del poder económico globalizado que son las que al final deciden están consumiendo como si el apocalipsis fuese inevitable (vamo’ a comer mucho que ahorita la fiesta se acaba) y realmente es esa actitud la que causa el apocalipsis de la humanidad que no puede salvarse pues no puede cambiar ese poder…

  • mercedesmolinero

    Hay gente buena porque siempre la ha habido y la habrá, no se puede pensar que todos somos unos descastados, sencillamente porque no es verdad.
    Un abrazo

  • Mar

    Claro que hay gente buena… sólo que poca. Tú, que te preocupas por esto, eres una de las buenas.

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